PC Repair

17 Consejos para no tener que traernos el ordenador a reparar

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En PC Repair vemos todos los días muchas reparaciones que se podrían haber evitado con un mantenimiento adecuado. En este artículo te explicamos qué puedes hacer para alargar la vida útil de tu ordenador, hacer que funcione rápido y bien, y no tener que traérnoslo a reparar en mucho tiempo.

Conoce a tus enemigos

Los principales enemigos de tu ordenador son dos: el calor y la suciedad. Evitando que estos dos factores afecten a tu máquina, alargarás su vida útil y la tendrás en perfecto estado de funcionamiento durante mucho tiempo. Veamos cómo hacerlo:

Cuidando el hardware

Llamamos hardware a los componentes físicos de tu ordenador. Un buen mantenimiento de éstos te asegurará no sólo que el ordenador funcione correctamente durante mucho tiempo, sino que hará que este trabaje mucho más rápido.

  1. Limpia el polvo. Tu ordenador utiliza ventiladores para refrigerar los componentes de su interior. A medida que el polvo y la suciedad se van acumulando en los ventiladores (y el interior de tu ordenador), estos sufren más y funcionan peor (si escuchas el ventilador «chillar», ¡es momento de limpiar!), ralentizando y empeorando el funcionamiento general de la máquina. Si tu ordenador es de sobremesa, además de los ventiladores deberás limpiar de vez en cuando el interior de la caja. Para ello, puedes utilizar un secador de pelo, aspirador y cepillo de dientes.
  2. Usa una plataforma de refrigeración para portátiles. Los ordenadores portátiles suelen tener la rejilla de entrada de aire en su parte inferior. Si no hay espacio suficiente para que entre suficiente caudal, tu ordenador se calentará, haciendo sufrir todos los componentes. Las plataformas de refrigeración levantan el portátil facilitando la entrada de aire y facilitando que los ventiladores y disipadores de calor hagan su trabajo.
  3. Invierte en una SSD. Las memorias de estado sólido (SSD) son discos duros sin partes móviles, que pueden ser usadas para sustituir tu disco duro HD. Al no tener cabezal de lectura ni discos magnéticos, su velocidad es sensiblemente superior, y el calor y ruido que hacen inexistente. Cambiar tu disco duro por una memoria SSD es una buena manera de mejorar el rendimiento y alargar la vida de tu ordenador.

Cuidando el software

  1. Desfragmenta. Si todavía usas un disco duro HD, desfragmentarlo de vez en cuando es una buena forma de asegurarte de que el disco sufre mucho menos y alargarle la vida útil. Los datos en tu HD no están puestos de forma lineal: el cabezal de lectura debe saltar de un lado a otro del disco miles de veces por segundo para leer los datos. A medida que escribes en el disco, los datos se van fragmentando, es decir situándose en sitios diferentes y alejados entre sí en la superficie del disco. Desfragmentar significa volver a juntar esos datos para que el cabezal de lectura tenga que moverse mucho menos para hacer la lectura. De esta manera disminuyes el estrés de uso que tu HD aguanta continuamente. Usa un desfragmentador como, por ejemplo, Defraggler.
  2. Mantén los drivers y programas actualizados. Los drivers y programas desactualizados no se comunican correctamente con el hardware, provocando muchas veces un estrés innecesario en los componentes… ¡y que el software vaya más lento!. Mantener tu software actualizado asegura que éste utiliza correctamente el hardware y funciona de forma óptima.
  3. Desinstala el software que no uses. Los programas que no usas no sólo ocupan espacio en tu disco duro, sino que ralentizan el funcionamiento general del ordenador. Por ejemplo, al escribir sus configuraciones en el registro aumentan el tamaño de éste, haciéndolo más lento de cargar. Eliminar los programas que no uses te dejará espacio en el disco duro y aumentará la velocidad de tu ordenador.
  4. Controla los programas que se ejecutan al inicio. Usando software como CCleaner podrás eliminar los programas innecesarios que se cargan al arrancar el ordenador. Estos programas hacen que el arranque sea mucho más lento de lo que debería si no se cargaran al principio. No todos los programas que arrancan al inicio son necesarios (por ejemplo, puedes ejecutar Skype cuando necesites hablar, no al arrancar el ordenador), así que asegúrate que los que dejas son los estrictamente necesarios.
  5. Borra los archivos grandes que no uses. ¿Recuerdas aquella película que miraste hace unos meses y no borraste de tu disco duro? Los archivos grandes no sólo ocupan sitio en tu disco duro, también lo hacen sufrir: si no desfragmentas, el cabezal de lectura deberá hacer grandes saltos para saltar estos archivos, aumentando el estrés de la unidad y ralentizando su funcionamiento. Elimina de tu unidad los archivos grandes que no uses.
  6. Cierra pestañas en el navegador. Cada pestaña abierta en tu navegador se guarda en memoria. La memoria de tu ordenador es limitada. Si la tienes ocupada por un montón de pestañas a la espera de ser consultadas, el ordenador se verá obligado a recurrir al disco duro si no tiene suficiente para ejecutar los procesos importantes. La memoria en disco es mucho más lenta, y hace sufrir al sistema. Cerrar las pestañas a medida que las usas asegura que la memoria disponible sea mayor y tu ordenador tenga que recurrir menos al disco duro.
  7. Elimina datos del navegador. ¿Sabías que tu navegador va guardando archivos y archivos mientras recorres internet? Estos archivos suelen ser muchos y muy pequeños, lo que ocupa espacio y (como ya habrás adivinado) fragmenta tu disco duro y lo hace ir como loco. Limpiar de vez en cuando la caché y cookies de tu navegador es una buena manera de asegurarte que estos «archivos basura» no se acumulan en tu sistema.
  8. Reinicia el PC al menos una vez a la semana. Si eres un usuario estándar puede que este consejo te suene raro. ¿Quién no reinicia el PC al menos una vez a la semana? Quizás te sorprenda saber que hay mucha gente que no apaga jamás el ordenador, y ni siquiera lo reinicia. El sistema operativo, igual que el navegador, va creando archivos y procesos que se acumulan en el sistema ralentizándolo y haciéndolo ir más lento. Además, hay muchas otras cosas que van disminuyendo el rendimiento de tu sistema a medida que pasa el tiempo: programas en ejecución en segundo plano, información en el portapapeles, archivos temporales, etc. Reiniciar tu ordenador eliminará toda esta basura.
  9. Elimina archivos basura. …y hablando de archivos basura, ¿sabes exactamente qué son? No sólo los archivos temporales, sino la caché de tu navegador y del sistema, los archivos en la papelera, los informes y registros de errores… todos estos archivos deben ser eliminados regularmente para aligerar el sistema y evitar males mayores. Para hacerlo, de nuevo te recomendamos usar un programa como CCleaner.
  10. Usa antivirus y antimalware. Aparte de utilizar un programa para limpiar basura, proteger tu ordenador de ataques malintencionados no sólo asegurará que funcione correctamente, sino que te evitará más de un disgusto. El malware y los virus suelen funcionar en segundo plano, consumiendo muchos recursos, ralentizando el sistema y haciendo que en general funcione bastante peor de lo que debería. Utiliza programas antivirus y antimalware gratuitos como Windows Defender (llamado Security Essentials en las versiones anteriores a Windows 10) o Malwarebytes.

Mantenimiento general

Como todo aparato, tu ordenador también necesita un mantenimiento general y continuado.

  • Limpia el teclado. A medida que la suciedad se acumula bajo las teclas, la probabilidad de que una de ellas falle aumenta. Utiliza alcohol etílico o gel en masilla para limpiar tu teclado y mantener las teclas en perfecto estado de

    funcionamiento.

  • Limpia la pantalla. ¡La suciedad raya tu pantalla! Recuerda que antes de limpiar la pantalla con algún líquido primero deberás eliminar las partículas sólidas con un plumero o paño suave. Jamás limpies la pantalla con la mano: usar agua (o alcohol en su defecto) es la mejor opción.
  • Ordena los cables. Puede que este consejo te pille por sorpresa, pero debes saber que los cables retorcidos tienen muchas más probabilidades de romperse por dentro. Ordena los cables de tu ordenador para que queden rectos, alineados y sin tensiones, y así les alargarás su vida útil. Puedes usar fundas organizadoras de cables o trozos de velcro para tener tus cables bien ordenados.
  • Haz copias de seguridad. Sigue todos los consejos anteriores y tu ordenador funcionará de manera perfecta durante muchísimo tiempo, pero aún así… ¡haz copias de seguridad! Nunca sabes qué puede fallar, y sobre todo no sabes cuándo fallará: tener una copia de seguridad de tus datos te ahorrará más de un disgusto grande. Configura tu sistema para hacer copias de seguridad automáticas para ello.
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